Aunque anuncian buen tiempo en la radio, a medida que nos acercamos a nuestro punto de destino, el pueblo de Brand, descubrimos que en lo alto de las montañas el sol no va a brillar como en el resto del país debido a la intensa niebla que se extiende por la zona. Tras aparcar el coche en el parking cogemos el teleférico Lünerseebahn, que nos lleva hasta la casita de Douglas, un refugio construido a orillas del embalse de Lunnerse (a 1.980 m).
El Lünersee, es un entorno de crestas recortadas, considerado como el mayor lago de los Alpes orientales. Tras la construcción de una presa en 1958, el nivel de las aguas subió 27 m y se creó un embalse de 78 millones de m3. Hay un agradable sendero turístico que rodea el embalse, situado en un bonito valle encajonado. Dependiendo de la dificultad de la subida a las montañas puedes elegir uno u otro camino. En nuestro caso, como no íbamos bien preparados ya que íbamos como “turistas en tenis” decidimos llegar solamente hasta el Totalphütte, una meseta situada encima del embalse que se encuentra a 2.385 m sobre el nivel del mar, y que está rodeada de magnificas montañas.
En apenas una hora llegamos a la casa de Totalphutte. Tras subir 400 metros y con una diferencia de 10 grados de temperatura entre el inicio y el fin de la caminata (encontramos hasta nieve en el camino) pedimos una sopa casera para entrar en calor. Una Leberspätzle, es un plato frecuente en la cocina austríaca, sobre todo en el Estado de Vorarlberg, cuya masa contiene hígado de ternera picado.
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